En Honduras la muerte del canino Ángel, impulsó la Ley de Protección Animal

A inicios de 2015, se conoció en redes un vídeo donde unos jóvenes hondureños ataban explosivos al cuerpo de un canino y entre risas veían cómo moría, por este trágico caso, en Honduras se creó la Ley de Protección Animal.

En el vídeo se veía que el animal no se defendía, ni buscaba morderlos, sólo se le veía flaco, sucio y golpeado, pero sobre todo aterrado. El perro era un animal en situación de calle que vivía en la comunidad de El Negrito, en la provincia de Yoro, no tenía un hogar ni hacía daño a nadie, pero tuvo la mala fortuna de encontrarse con un grupo de jóvenes quienes consideraron divertido no sólo hacerlo explotar, sino torturarlo, grabar el vídeo y subirlo a las redes sociales, a sabiendas que no habría consecuencias penales graves por sus actos porque no existía ley que lo protegiera.

Las reacciones en redes sociales en todo el mundo fueron incontables y por ello pidieron a las autoridades justicia para el perro, a quien la gente y los medios de comunicación decidieron llamar Ángel. Ante la falta de una Ley de protección animal, los responsables del acto pagaron una multa que apenas superaba los 80 dólares y barrieron calles como servicio comunitario, aún así, la indignación de los habitantes de Honduras, y particularmente de protectores de animales, llevó a la creación de una Ley que considerara penas más severas a quienes maltraten animales, esto con el objeto no sólo de castigar, sino de prevenir posibles conductas similares.

Aunque la lucha y agotadora, después de un año finalmente en octubre de 2016 fue publicada y entró en vigor la Ley de Protección y Bienestar Animal de Honduras, la cual establece las normas para la protección de los animales domésticos, silvestres y exóticos de acuerdo a tratados internacionales, considerando una tenencia responsable y la participación de la sociedad y el Estado en la protección de los animales.

Hoy día Ángel es recordado como el propulsor de un cambio para los animales, el propulsor de una ley que los protege.

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